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EL BLOG DE JULIO J. HENCHE MORILLAS

POLEMICA, PROFESIONALIDAD Y PERDON (y el orden de los factores no altera el producto).

He recibido por vías “indirectas” la oportuna réplica a mi reciente artículo sobre los medios de comunicación de C. Villalba. Provienen las airadas respuestas de las personas que quizás tengo más respeto por el ejercicio de su profesión periodística en estos lares, y la verdad, debo confesar que la respuesta no por ser de todo punto esperada dejaba de tener su lógica. Vaya de antemano que en la medida que he utilizado términos excesivos y por otra parte indebidamente generalizados debo pedirles a mis reprensores - y lo digo sin falsa modestia- que me perdonen por la desmesura de mi artículo.

                Dicho lo cual, y aún a expensas de prolongar la polémica aunque no fuera esta mi verdadera intención, debo mantener los criterios de fondo de mi artículo. Debemos admitir que sí un ciudadano con ciertas actividades públicas está sujeto a la crítica periodística, los medios de comunicación también están sometidos a la misma regla por parte de los ciudadanos. Hoy en día cualquiera tiene facilidad para llegar a unos “centenares” de vecinos que, como a mí me ocurre, les preocupa que cuentan los medios de comunicación y como lo cuentan, precisamente por ser instrumentos de primer orden para  garantizar un derecho a la información que es la esencia de la democracia.

                Los argumentos que me han exhibido los interpelados, lo siento, pero me parecen poco convincentes. Para mí modesta opinión parecen “excusas”. Las “vacaciones”, “la conciliación de la vida familiar y laboral”, “el tratarse de noticias nacionales”…, creo que son meras evasivas para unos profesionales de la prensa que me consta se precian de serlo y que seguro que tienen al menos “curiosidad”, ”morbo” o incluso mero “interés” en la trascendencia política y social de las personalidades que nos han visitado ( …y no te cuento sí escuchan lo que todos ellos nos han contado).

                Aquí hemos traído al primer y único sacerdote amenazado por Eta - y esto algo debe interesar a una localidad que ha sufrido el zarpazo del terrorismo-. También a un escritor, periodista y vicepresidente del Foro de Ermua. A un líder político, justo en la semana que acaparaba titulares “nacionales” y en el “candelero informativo” por sus malinterpretadas declaraciones sobre el ex presidente del gobierno. Todo ello, sin contar con la presentación de un libro en C. Villalba que no es acontecimiento que ocurra todos los días. Al menos en C. Villalba. (Otra cosa es que el libro no guste y para eso ya vendrá la crítica pertinente).

                Sí todo esto no es noticia en C. Villalba, ¡que venga Dios y lo vea¡… y sin embargo sí es noticia “acontecimientos” tales como  que “quedan tres días para visitar no se qué exposición”, o “ que el director general de turno ha inaugurado unos columpios”… Si la libertad de prensa se queda en esto… ¡apaga y vámonos¡. Con grave preocupación digo que la democracia en este país está verdaderamente amenazada.

                Y sobre lo reflejado en mi artículo…  ¡que nos vamos a contar unos a otros¡. A nadie se le escapa como actúan unos cuantos dirigentes políticos – un buen puñado, por cierto. Tanto locales, regionales como nacionales- que traen por la calle de la “amargura” a un buen número de periodistas. Periodistas “puteados”,” cohibidos”, “presionados”. Todos ellos con nombre y apellidos y que tanto vosotros como yo conocemos perfectamente. Habría un rosario de historias que sí queremos, podemos publicar…

Y es qué o asumimos cada uno nuestro sitio, con las cargas que el desempeño de nuestra tarea nos demanda, o algún día, como demócratas tendremos que  lamentarlo.

Dicho lo cual, ruego que aceptéis mis más sinceras disculpas.

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