¿ BANDERA ESPAÑOLA?: IR PARA NADA ES TONTERÍA

¿BANDERA ESPAÑOLA?: IR PARA NADA ES TONTERÍA.La polémica de las banderas no es una chorrada precisamente, aunque padezcamos una muy extendida filosofía de que “todo esto da igual” lo cierto que es tiene un valor trascendental. Nos la estamos jugando y los recalcitrantes nacionalistas saben bien lo que hacen. Algunos gobernantes  que padecemos está claro que no.El dirigente socialista de turno – el alcalde de Vitoria. ¡De Vitoria, precisamente!-  ya le ha quitado hierro al "asunto" diciendo que “esto de que haya banderas en los edificios públicos no importa a los ciudadanos”. Yo le diría a semejante sujeto que no le importará a él que es un insensato y un irresponsable porque a muchos ciudadanos de bien no sólo nos importa sino que nos preocupa y sobre todo nos ofende.La filosofía que subyace en este tipo de actitudes (la de " ir para nada es tontería") es la de relajar las conciencias y extender la "mansedumbre" generalizada, requisito fundamental para dirigir a un pueblo aborregado". Es ese el objetivo: un pueblo de “reses” que se adoctrina y manipula mejor. Estamos contemplando el espectáculo como quien acude a un "cine de verano", viendo como los desprecios a los símbolos nacionales son sistemáticos y la respuesta general de nuestros gobernantes es pura y llanamente la "de mirar a otro lado" o la de "aquí no pasa nada". Y pasar sí que pasa. Por de pronto, que se pierde paulatinamente la conciencia nacional y se infravalore el patriotismo español - sentimiento bastante baqueteado, maltratado y despreciado,  por cierto-. Los ataques recientes a la monarquía española – ya saben, “símbolo de unidad y permanencia de la patria”- y ahora la voluntad manifiesta de no acatar sentencias judiciales que imponen respeto a la bandera española por parte de la Administración autonómica " vasca" es una vergüenza inaceptable y una evidencia de las carencias del "Estado de Derecho". Si seguimos así, “ni Estado ni Derecho”Si falla la eficacia de las resoluciones judiciales y la fuerza coercitiva de las instituciones estatales, " apaga y vamonos". La antesala del caos. Así de claras y simples son las cosas y no faltará quien venga a llamarnos " catastrofistas", " fachas" y las sandeces que se "tercien". Pero decirlo hay que decirlo  mal que pese a quien pese.La respuesta de los gobernantes de la nación española ante estos ataques es la propia de sujetos cohibidos, pesebreros, acomplejados, necios e irresponsables. En el mejor de los casos cabe imputarles que piensan como lo hacían los maltratados judíos en la Alemania Nazi de los años 30: que esto será pasajero – el desafío nacionalista- aunque va para largo y sacando pecho y que así se calma al que te odia: con paños calientes y con la táctica del “avestruz”. En el peor de los casos podemos pensar que sólo les preocupa la “pasta gansa” y la prebenda innata al cargo. No pongamos nuestra fe ciega en los gobernantes que tenemos porque lo que en España "no hace el pueblo no lo hace nadie". Tenemos una solución y que cuesta bien poco: Fomentar la actividad y asociacionismo de simples ciudadanos para que sumen esfuerzos, transmitan sus protestas y aúnen sus voces. A ver si estas cosas empiezan a incidir en las "puñeteras" encuestas. Ya verán como así cambian de discurso. En otro caso, tenemos la opción del pasotismo que sólo nos conducirá a merecer todo lo que nos pueda pasar.Y con esa apatía, es obvio que juegan los enemigos de España. Que haberlos, "haílos" y por cierto ya no se molestan ni en disimularlo.