PIZARRO: PELIGRO PUBLICO

       Así lo definen sus rivales políticos. Las lindezas del Pepiño Blanco, estudiante de derecho “inconcluso” acusa al nuevo fichaje del PP de “tener dinero”. Tiene dinero porque se lo ha ganado con merito y esfuerzo. Muchos están ahí porque lo han “robado” o dicho más finamente, porque han “chanchulleado”. Ganar dinero por su valía y esfuerzo en España, a diferencia de cualquier democracia autentica y consolidada, es una felonía incompatible con un cargo público.

            En España para estar en política hay que ser pobre. En EEUU, al revés: hay que ser rico. Un norteamericano otorga la confianza a quien acredita una carrera de éxito porque de lo contrario no mereces la confianza del elector. Lógico. ¿ Si has fracasado en tu vida profesional, porque ibas a tener éxito en la difícil tarea de administrar el bien común de toda una nación?.

Los cargos públicos deben reservarse, entienden estos dirigentes políticos, para mediocres, pelagatos/as, lameculos, inútiles, intrigantes, chismosos/as, incompetentes, advenedizos y otras especies de similar calaña. Bueno, hay otra variedad, asidua merodeadora de despachos de cargos públicos: los adjudicatarios de obras públicas que viven del dedo . Sistema español genuinamente “dedocratico”.

¡ Así nos va ¡. ¡ Que envidia me da los procesos que estamos contemplando absolutamente democráticos de EEUU para elegir…candidato ¡. Aquí lo hacemos más simple. Lo hacemos “a dedo”. Ya se sabe. Es una manera de ahorrar dinero que luego se desvía mediante el sistema de “inflado” de los costes de las obras públicas…Usted lo entenderá. Hay mucha gente a la que repartir.

            El Sr. Pizarro obtuvo importante ganancias porque los que le eligieron tuvieron pingües beneficios, gracias a su buen hacer. Ganar dinero es cosa normal en una economía de mercado. Incluso algún país comunista se ha apuntado a esto de crear riqueza. Ver China, por ejemplo.  

            Manuel Pizarro es un gran fichaje. Viene a la política  renunciando. Y con el aval de no haberse vendido al chantaje y la infamia. Los cientos de miles de accionistas que en él confiaron, lo saben.

            Para los amigos de la colectivización, siempre les quedará Cuba. Tierra de hambre, ruina, alambradas y proxenetismo.