MI DIMISION:UNA DECISON MUY MEDITADA

 

" El liderazgo no es una prerrogativa; es más bien, una responsabilidad. El poder y el cargo sólo se te han entregado para permitirte servir mejor a tus electores. No se te han entregado para que lleves a la práctica tus caprichos personales" ( Dwight Eisenhower. Comandante Jefe Ejercito Aliado II Guerra Mundial. Presidente de los EEUU 1956-1960).

NO SOY PERSONA DE ACCIONES REPENTINAS E IMPROVISADAS.

Hace apenas unas horas me he visto en la necesidad " moral" de plantear la renuncia a mi candidatura a las elecciones municipales del Ayuntamiento de C.Vilalba de 27 de mayo de 2007. Esta decisión la he madurado durante un largo tiempo.

La renuncia después de 3 años al frente como presidente del Partido Popular de C.Villalba, 8 años de concejal y 15 de militante supone un paso doloroso que no he tenido más remedio que afrontar. Ante el dilema moral de ser leal y agradecido con mis compañeros de esfuerzos o de presentar una lista electoral que no era la que yo tenía confecionada tengo claro que debo optar por compartir el sitio con quienes han constituido un equipo de trabajo ejemplar que viene pagando con "sangre , sudor y lágrimas" la defensa de nuestros ideales en este difícil municipio. No tengo más opción, conforme me dicta una elemental idea de honor y justicia, que quedarme " en tierra" con aquellos que pusieron su hombro junto al mío en esta agotadora e ingrata labor.

Esta " travesía" ha sido extremadamente dura. Nadie nos ha dado facilidades ni siquiera hemos recibido los apoyos esperados. Hemos recorrido cuantas calles y rincones existen en la ciudad. Hemos accedido a todo tipo de personas incluso las reticentes y diametralmente opuestos, aguantado el acoso, el desprecio e incluso la ira de los oponentes. Hemos mantenido la compostura cuando defender unas siglas resulta incomodo y desagradecido. Acudido a cuantos actos y manifestaciones nos han convocado para defender los valores esenciales de la Patria, la Libertad, la Democracia. Y para qué hablar respecto al coste económico y esfuerzo para dar dignidad a nuestras siglas, la sede y en cuantos actos hemos venido organizando con los que transmitir a los ciudadanos nuestros ideales y proyectos.

Detrás de este esfuerzo, de esta ingente labor hay personas. Todas ellas con nombre y apellidos que no se merecen el olvido ni la ingratitud.

Confieso que no he tenido el valor ni la desvergüenza de pedir a uno de estos compañeros de fatigas que se quitara de en medio a la hora del modesto reconocimiento y en favor de quien resulta ajeno y extraño en estos sinsabores y esfuerzos. 

Quizás no he sabido transmitir o explicar a los altos responsables del partido que en unas circunstancias como las expuestas no era nada conveniente introducir elementos externos con los precedentes del partido en nuestro municipio, con un electorado muy ceñido a las personalidades públicas locales y en un equipo cohesionado formado con entusiasmo e ilusionado ante la expectativa del reconocimiento de este ingente esfuerzo.

Durante los 8 años de ejercicio de mi cargo público he mantenido la disciplina de voto en todo momento.( aunque no fuera este el caso de otros componentes de nuestro grupo municipal). He demostrado con creces ser un hombre de partido, dispuesto y discreto. Sin embargo, pienso que dificilmente puede una persona "mínimamente digna" que aspira a ser alcalde de su "pueblo" y asumir la defensa de unos ciudadanos, que en la mayoría de los casos ni conoce, cuando no ha defendido con ardor a una compañero de fatigas que ha estado tan identificado con tus objetivos y compartido los sacrificios.

Me queda la conciencia tranquila, una infinidad de amigos y una avalancha desorbitada de muestras de aprecio que me han compensado los innumerables malos ratos que la política me ha ocasionado.

Creo honestamente que esto es lo que esperaban de mí los hombres y mujeres que me habían elegido y apoyado sin descanso.

Y obrar de otra manera no me lo hubiera perdonado.